Pocos discos me han sorprendido tanto como el Surfer Rosa de los Pixies. Cuando se publicó, en el 1988, me hizo cambiar la forma de ver (y sobre todo de escuchar) el rock. Luego salio el Doolittle, y me reafirmó que lo del anterior disco no había sido una casualidad. Las estructura clásica de hacer canciones de rock estaba por los suelos. Dicen "adáptate o mueres". Para mi ese día muchos de los artistas que conocía y escuchaba habitualmente, habían muerto.
Una pena que los siguientes discos de esta banda no me resultaran tan atractivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario